lunes, 9 de junio de 2014

Suenio (lucido) de una noche de verano (del siglo XXI)

Cansado pero sin ganas de dormir sali a paso lento hacia la playa. La noche rompio su velo y dejo nacer una luna llena que miraba a la tierra con su panoptica furia. El umbral de la civilizacion y lo salvaje de este mundo lo marcaba no solo la ausencia de humanos en toda la extension de arena blanca, sino tambien el rugido de las olas que invitaba al mas valiente a retirarse. Sin nada que perder, prosegui mi caminata hasta que estuve de cara al viento en la orilla. Una niebla espesa, rara para este lugar en esta epoca del anio, descartaba los lados de la playa como algo que no corresponde, pero existe. Alguna nube pasajera cerro la luna como un parpadeo fugaz, y durante un instante tuve una vision de lo mas extrania. Esculturas clasicas, griegas, romanas, todas postradas en la fina arena como vigilantes de una isla que no debe ser visitada. El marmol milenario brillaba su pulido lustre con la luz blanca de esa noche. Como faroles menguantes, las estatuas fueron perdiendo su halo lentamente y quedaron hechas hierro y carbon, encorvadas, marchitas. Salvo una. Una mujer con aire misterioso, esculpida quien sabe cuando y por quien sabe que maestro de la piedra, miraba ahora en la direccion de mi posicion. Dudando, pero curioso, me levante y camine hacia ella. Para mi sorpresa sus ojos relucian blancos aun mas que su petrea piel, como un alma encerrada en un cuerpo que le queda chico. "Cual es tu nombre?" le pregunte. Y la estatua respondio. "Soy Selene, mi cuna esta en la luna, y tu eres el hombre. Y esta playa no es lugar para que los tuyos encuentren la paz y el descanso." por un segundo pense que iba a callar, y que yo iba a morir, definitivamente. Pero siguio. "Cuando un corazon aulla sincero en una noche como esta, en la que mi madre cae con todo su poder sobre tu mundo, no puedo expulsarlo de este lugar. Pero no estes aqui mas tiempo del necesario. Haz tus preguntas, encuentra tus respuestas, y marchate". Ante sus severas palabras, y con una nueva claridad de pensamiento que hasta nublaba mi psiquis, me levante y le dije "Ya me marcho, Selene. Pues he descubierto que hay una mujer a cargo de la luna, y eso me tranquiliza". Segui mis huellas sin mirar atras y volvi a mi lecho entre los altos pinos.

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